Cada vez que subía la corriente del río Guadiana, una isleta (a la que se accede desde el puente de Palmas), se inundaba, peligrando una colonia de gatos. Incluso, en 2010, varios fueron arrastrados por el agua a pesar de que los bomberos se presentaron en el lugar pero nada pudieron hacer.
Varios voluntarios han estado rescatando poco a poco a los gatos mediante trampas y bolsas, que ya sumaban 40 y al reproducirse entre ellos, estaban teniendo crías con malformaciones. La semana pasada se rescató al último.
Los gatos fueron adoptados por familias de Madrid y Badajoz.